En muchas ciudades, las pérdidas de agua debido a tuberías dañadas o envejecidas representan un desafío crítico, con fugas en el rango del 45% al 55%. Con nuestra solución sin excavación, podemos intervenir directamente en las líneas de agua sin alterar el entorno urbano. Este enfoque no solo ahorra tiempo, sino que también reduce los costos asociados con la reparación de infraestructuras y mejora la distribución de agua, evitando pérdidas y garantizando la calidad del servicio.
Utilizamos técnicas de reparación innovadoras que permiten una intervención rápida y eficaz.
Logramos un mínimo del 75% y un máximo de 96% de reducción de fugas de agua en los sistemas de distribución.
Nuestro enfoque sin excavación minimiza el impacto ambiental y reduce el uso de materiales.
Evitamos la interrupción prolongada del servicio de agua y apertura de trincheras en las calles, asegurando que los usuarios tengan acceso constante al recurso, al tratar tuberías de hasta 500 metros en un máximo de 6 horas.
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