La solución de Relap no solo es efectiva para las autoridades y organismos operadores de las redes de distribución del agua, también tienen un componente social muy relevante, ya que contribuimos a:
1. Reducir el estrés hídrico, al hacer un uso más eficiente del agua, al lograr recuperar por lo menos de 75% y hasta el 93% del agua que se perdía en fugas: asegurando que el recurso llegue de manera eficiente a los hogares y áreas urbanas.
2. Reducir costos operativos al mejorar significativamente los indicadores de “agua no contabilizada” y uso de energía eléctrica.
3. Menor intervención urbana: Eliminamos las molestias derivadas de las excavaciones y los cortes en las vialidades prolongados, originados por las reparaciones tradicionales de fuga (excavar y reparar fugas individualmente).
Estos beneficios posicionan a nuestra tecnología como una solución avanzada, no disruptiva, eficiente y económica viable aplicando una metodología probada para la reparación y rehabilitación de las infraestructuras de agua potable.
Permite realizar reparaciones de tuberías sin necesidad de excavar, lo que minimiza el impacto en las áreas urbanas y reduce la interrupción del servicio de agua. Esta tecnología reduce los costosos y complicados trabajos de excavación.
Ayuda a reducir las pérdidas de agua de manera significativa. El sistema puede lograr un mínimo del 75% de reducción en las fugas de agua en las redes de distribución, lo cual es fundamental para optimizar el uso del recurso y mejorar la eficiencia del sistema de distribución de agua.
El sello que se forma en las tuberías tiene una estabilidad garantizada por 7,300 ciclos de operación, equivalentes a 10 años. Esto contribuye a la sostenibilidad y a la reducción de costos de mantenimiento a largo plazo.
Realiza la rehabilitación de las tuberías de manera rápida, sin necesidad de largos períodos de intervención, en una jornada podemos sellar las fugas en secciones de hasta 500 metros. Esto permite restablecer el servicio de agua de inmediato, minimizando las molestias para los usuarios.
Al eliminar la necesidad de excavación, reduce el impacto ambiental al evitar la destrucción de calles, aceras y otros elementos urbanos. Además, se reduce el uso de materiales y la generación de desechos asociados con las reparaciones tradicionales.
Al prolongar la vida útil de las tuberías y evitar reemplazos costosos, ofrece una rehabilitación más económica a largo plazo. Estas soluciones pueden ser significativamente más asequibles que los métodos convencionales de excavaciones, reparación o reemplazo.
El sello de la fuga se forma en la pared del tubo, por lo que no depende del material, siendo compatible con una amplia gama de materiales tales como acero, PVC, y hierro dúctil, polietileno de alta densidad, asbesto, concreto pretensado, entre otros. Esto lo hace una opción flexible y versátil para diversas infraestructuras de agua potable.
Al eliminar las fugas en las tuberías, también se eliminan las posibles vías de ingreso de contaminantes cuando las tuberías no tienen agua, por lo que la calidad del agua que llega a los usuarios no se ve deteriorada al restablecer el suministro, garantizando un suministro más seguro y confiable.
Es una tecnología probada, con años de experiencia y aplicaciones exitosas en diferentes países (Israel, Italia, Sudáfrica, Reino Unido, Hungría, Etiopia, entre otros). Su fiabilidad y eficacia han sido demostradas en múltiples proyectos de rehabilitación de tuberías.
Al evitar la excavación y la demolición de calles y otras infraestructuras urbanas, reduce en su totalidad las molestias para los residentes, el tráfico y las actividades comerciales, asegurando una mínima disrupción en las áreas urbanas durante el proceso de sellado de fugas, limitándolo a unas cuantas horas.
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